Cuidado de los cactus
Cualquiera puede tener un cactus!
Esta afirmación hace referencia que gracias sus características, casi todos los cactus coinciden en que son muy resistentes y poco exigentes con sus cuidados. Solo debemos encontrar el lugar adecuado para ellos y la especie que se adapte mejor a nuestras condiciones climáticas.
Tienen su origen en América y África, poseen gran variedad de tamaños y formas. Ademas son muy populares actualmente por su uso en decoración tanto de espacios exteriores como de interiores. Los podemos incluir en la gran familia de plantas Suculentas.
Qué son los cactus?
Los cactus son un tipo de planta que se caracteriza por haber evolucionado para adaptarse a los climas más secos y con menos humedad. Esto ha hecho que adopten formas redondeadas y cilíndricas para limitar su superficie expuesta, lo que ayuda a conservar mejor la humedad en su interior. Otra de sus características más importantes es que sus hojas han evolucionado hasta ser agujas puntiagudas. Esta forma tiene una doble función. Por un lado, también les sirven para limitar la humedad que pierden a través de ellas y, al mismo tiempo, les sirven como forma de protección contra los posibles depredadores.
Entre sus cuidados básicos podemos resumir que debemos replicar sus condiciones ambientales normales en estado salvaje. Es decir que los hemos de regar de vez en cuando, pero con poca cantidad de agua. Que necesitas mucha luz, no tiene que ser siempre directa pero si necesitan de muchas horas de exposición a la luz. Y no toleran bien el frió, y mucho menos las heladas.
Más adelante desgranaremos todos los cuidados que debemos tener en cuenta para que nuestros cactus luzcan con mucha vitalidad y estén tan a gusto o más que en su entorno natural.
Destacamos que algunos cactus nos sorprenderán en primavera o verano con sus flores. Son flores muy coloridas, con un ciclo de vida bastante corto. Algunos de estos cactus que nos van a sorprender con sus flores son: cactus estrella o astrophytum, echinopsis, coryphantha, rebutia y aporocactus son algunos ejemplos de los cactus más comunes que generan flores.
Características de los cactus
Hay variedades y tipos de cactus que podemos diferenciar. No son muy exigentes en sus cuidados, pero sus cuidados de diferencian en gran medida de los cuidados típicos de las plantas más comunes.
Son plantas cactáceas, que tienen sus raíces y tallos espinosos, y que han transformado sus hojas y bien no existen o son muy pequeñas o las han transformado en forma de espinas. Es hecho es así por que han evolucionado de tal forma que su intención es retener la mayor cantidad de agua posible en su interior, y evitar que a través de sus hojas se evapore gran cantidad de agua. Sus raíces espinosos intentan abarcar grandes extensiones a poca profundidad, parar así poder absorber la mayor cantidad de humedad posible, ya que en su entorno no hay abundantes precipitaciones.
Algunos cactus desarrollan una especie de tela de araña, o pelos punzantes o una especie de barba, que hacen la misma función que las espinas. Son diferentes estrategias para perder la mínima humedad posible.
Aunque pueda parecer extraño, los cactus también tienen flores. Suelen se muy coloridas y vistosas, ademas de ser grandes en relación al tamaño del cactus. Suelen ser flores aisladas o únicas, es decir, que cada cactus no suele tener mucha variedad de flores.
Clima y ubicación para los cactus
¿Mucha luz? ¿Luz indirecta o directa? ¿interior o exterior? ¿donde coloco mi cactus?
Todas estas son preguntas frecuentes que nos hacemos a la hora de colocar y ubicar nuestros cactus. Son cuestiones bastante importantes pero no hemos de volvernos locos. Los cuidados de los cactus en interior y exterior son muy parecidos.
Necesitamos un clima seco y evitar situaciones en la que se encuentren en temperaturas muy bajas, con sustratos muy bien aireados, y colocarlos en zonas muy bien iluminadas. Es cierto que normalmente prefieren estar en lugares con mucha luz directa, pero mi recomendación es…Depende. Es decir que depende de cuantas horas de luz directa reciban, y si es de mañana o de tarde. La luz de la mañana es menos intensa que la que se recibe durante el medio día y la tarde. Por lo tanto es posible que al medio día y la tarde nuestros cactus prefieran una luz algo más indirecta. Pero siempre teniendo en cuenta que requieren de muchas horas de luz.
¿Cómo regar los cactus?
Esta suele ser la duda y la pregunta más frecuente con muchas de nuestras plantas y es que en la mayoría de casos los problemas de nuestras queridas plantas viene por un exceso o una falta de agua.
En el caso de los cactus nos va a generar mas problemas regar en exceso. Lo que podría hacer que sus raíces se pudran o incluso nuestro cactus se pudiera pudrir o hacerlo enfermar. Por lo tanto debemos controlar los excesos de humedad. Sus necesidades de agua son muy inferiores a las necesidades del resto de plantas más comunes.
Un buen método de riego es realizar un riego por inmersión. Dejar que el sustrato adquiera humedad por si mismo, dejar escurrir y devolver nuestro cactus a su lugar. De esta forma el sustrato se humedecerá lo justo y necesario y no volveremos a realizar este proceso hasta que este esté completamente seco, o si en algún momento observamos que el tallo de nuestro cactus tiene un aspecto arrugado, lo que nos indica que esta consumiendo sus reservas de agua.
¿Que sustrato debo usar para los cactus?
Un aspecto clave para el buen estado de nuestros cactus es su sustrato. Existen sustratos para cactus que ya están preparados para ellos. Pero muchos de ellos suelen tener turba la cual retiene mucha humedad, aun así recomendamos que realicéis vuestro propio sustrato para cactus. ¿Como? Muy sencillo. Debemos conseguir una mezcla de sustrato que no sea excesivamente rica en materia orgánica, pero si que tengan un drenaje muy bueno y que esté bien aireado, para evitar que la humedad se acumule.
Una buena receta para nuestro sustrato debería incluir Sustrato universal, Arena de sílice, Piedra Pómez, Arlita y Perlita.
Como trasplantar mi cactus
Trasplantar nuestro cactus no debería de ser un problema muy difícil de resolver. Los cactus son de crecimiento lento, por lo tanto no será necesario que estemos anualmente pendientes de su necesidad de ser trasplantados. Aun así llegado el momento de hacerlo hemos de tener algunas consideraciones.
Lo mejor que podemos hacer es prepararnos para realizar el trasplante en una época del año que sea seca. De esta forma evitaremos que una vez en su nuevo destino, puedan aparecer hongos o algún invitado no deseado que después nos dificulte de su cuidado.
Debemos usar guantes para evitar pincharnos con la multitud y variedad de espinas que poseen nuestros cactus. Ademas tenemos variedad de utensilios que nos ayudaran a su manipulación. Y a la vez, aprovecharemos con mucho cuidado, para airear sus raíces, y si nuestro cactus ha producido algún hijuelo, aprovechar para separarlo y ubicarlo en una nueva maceta, para poder seguir propagando felicidad en forma de planta.
Recordar que los cactus no quieren espacios o macetas muy grandes. Es decir que prefieren espació justos, comprimidos a su tamaño. Para que sus raíces puedan crecer no solo en profundidad sino en extensión y poder abarcar así todo el espacio de maceta. Por lo tanto no debemos abusar de macetas excesivamente grandes, sino adecuarlas al tamaño de nuestro cactus.