Para aquellos que estamos inmersos en el tema de la horticultura o del cuidado de las plantas conocemos y sabemos el significado de la palabra sustrato.
Pero para aquellos que no lo sepan vamos a definirlo.
Un sustrato es un material sólido que da un soporte físico diferente al suelo, es decir, que hace de suelo o superficie para nuestras plantas.
Este puede ser natural, mineral u orgánico, puede ir en un recipiente, puede ser puro o mezclado y variado. Podemos hacerlo nosotros o comprarlo.
Este suelo permite que nuestras plantas se agarren a él, además de generar las condiciones adecuadas para que las raíces puedan realizar correctamente su función y suministrar de forma eficiente a nuestra planta.
Sustrato
En líneas generales ya sabemos lo que es un sustrato. Existen sustratos universales que funcionan bien con la gran mayoría de plantas. Aunque como existen muchas variedades de plantas, con sus mil características diferentes, es posible que a muchas de ellas no les guste un sustrato que está preparado para todas…
Por lo tanto, en jardinería y dentro del cuidado de las plantas, existe una gran variedad y cantidad de sustratos. Las mezclas de sustratos tienen propiedades muy diferentes y nos ayudan a generar entornos variados que resultan mucho más adecuados para distintas plantas con distintitas necesidades.
Es por este motivo que vale la pena conocer los distintos sustratos que podemos tener incluso conocer aquellos sustratos que podemos crear de forma casera. De la misma forma es importante conocer los materiales de los cuales están hechos. Con toda esta información podremos entender que tipo de sustrato tiene nuestra planta, y lo que es más importante, que sustrato necesita y cual es mejor para su crecimiento.
En definitiva, cuando hablamos de sustrato para plantas, nos referimos a la tierra o superficie que usamos para cultivarlas. Ya sea en el suelo, en una jardinera o en una maceta. Nos referimos al elemento en el cual esta nuestra planta, sea preparado de forma casera o comprado directamente.
El sustrato tiene diferentes propiedades a las del suelo natural, y como objetivo tendrá el hecho de generar un entorno óptimo para el crecimiento y desarrollo de nuestra planta. Algunas características importantes son la retención de agua y humedad, la cantidad de materia orgánica que posee o lo que es lo mismo, la cantidad de nutrientes que tenga, el grado de compactación o de aireación, y el nivel de pH o acidez, entre otros.
Existen sustratos que ya presentan nutrientes y otros que no. Estos se dice que son químicamente activos o inertes o no activos.
También según los materiales de los cuales esté hecho el sustrato, podemos diferenciar entre sustratos organicos de sustratos minerales o inorgánicos.
- Los sustratos orgánicos son muy variados. Son de origen natural como las turbas o los sintetizados como el poliestireno expandido. Y a la vez sus subproductos o residuos que son compostados y validos para su uso, como sería el serrín, algún tipo de lodo de depuración de agua o algunos residuos de poda.
- Dentro de los sustratos inorgánicos también encontramos una gran variedad en cuanto su tipología. Pueden ser de origen natural como la arena o la grava, pueden ser residuos como las escorias que son piedras producidas por los altos hornos industriales o las piedras volcánicas, o materiales transformados como son la perlita y la arcilla expandida.
Sustratos naturales
- La arena tiene una capacidad media de retención de agua, y aunque son de gran durabilidad, se compactan mucho con el tiempo. Se suelen mezclar con turba para preparar sustrato para macetas, para todo tipo de plantas. Comúnmente se usa un gramaje entre 0,5 y 2mm, pero hay mucha variedad en cuanto al tamaño.
- A diferencia de los tipos de arena, la grava tiene unos diámetros diferentes, más grandes, de entre 5 y 15mm. La piedra pómez es una especie de grava muy usada como sustrato, este se conoce en algunos países como tepojal. El cuarzo y la piedra pómez son los tipos de grava más usados para la creación de sustratos. El ser elementos de origen volcánico nos ayuda a mantener niveles de humedad adecuados por ser un material que absorbe muy bien la humedad pero que a la vez airea mucho el sustrato por esa característica porosa
- Simple. El agua se puede usar como sustrato. Todas las plantas necesitan de agua para sobrevivir, y de ahí nace el sustrato para hidropónias. El cultivo en hidroponía consiste en hacer crecer nuestras plantas en agua, donde sus raíces van a crecer.
- Tierra volcánica. A pesar de que pueden ser materiales difíciles de trabajar. Si encontramos tierra o piedras volcánicas sin tratar, tendremos un material excelente para nuestros sustratos, puesto que vamos a dar a este una porosidad muy buena que va a ayudar a que tengamos una buena aireación del sustrato y una menor retención de agua, el cual también nos dará un pH levemente ácido.
- La turba se genera a raíz de la descomposición natural vegetal al cabo de mucho tiempo. Existen turbas negras y rubias. Las rubias son más ricas en materia orgánica y tienen mayor aireación y capacidad de retención de agua. Lo más común es que encontremos la turba rubia y negra mezclada.
- Corteza de pino. La corteza de pino es un elemento ligero y muy poroso. Lo que nos va a dar mucha aireación a nuestro sustrato, a la vez que tiene un pH ligeramente ácido.
- Fibra de coco. Actualmente es uno de los sustratos más usados, ya que se combina con turba y así se genera un sustrato con nutrientes perfecto para los semilleros. Es un material muy ligero que solo se tiene que lavar antes de ser usado, y el cual ya podremos usar en nuestro sustrato. Tiene una gran capacidad de absorber nutrientes y de retención de la humedad, pero por su forma tiene una gran capacidad de absorción, lo cual la hace ideal para mejorar la aireación de nuestros sustratos. Por otro lado, la fibra de coco es un producto natural y ecológico, por lo tanto, no produce contaminación por químicos, tanto en nuestras plantas como a nivel global.
- Humus de lombriz. El humus de lombriz está muy de moda. Y se lo ha ganado a pulso. Es un sustrato que genera un aporte muy bueno de nutrientes, además de generar una muy buena estructura a nuestra planta. Hablaremos más adelante sobre él en el apartado de materiales.
- El musgo. El musgo sphagnum es un sustrato natural de origen vegetal que retiene mucha humedad y posee multitud de nutrientes. Lo que nos ayuda durante el desarrollo de nuestra planta proporcionándole un entorno perfecto para que crezca de forma perfecta y vigorosa, aportando una dosis adecuada de humedad y nutrientes.
Sustratos artificiales
- La perlita es un material de baja densidad, pero con muchísima capacidad de retención de agua y humedad. Tiene una durabilidad limitada pero perfecta para mezclar en nuestros sustratos como por ejemplo la turba o las arenas, para mejorar sus propiedades. Es un tipo de roca Silícea de origen volcánico que se ha sometido a unas temperaturas por encima de 1.000 grados, y esto hace que su pH sea neutro.
- La vermiculita es muy parecida a la Perlita con la diferencia de tener el grano más fino, lo que la hace compactarse con el paso del tiempo. En el resto de características es prácticamente igual que la Perlita.
- Arcilla expandida. La podemos usar para mejorar el drenaje de nuestro sustrato, ya sea mezclándola con el sustrato o colocándola al fondo de este. Se trata de bolitas o nódulos de arcilla que sometidos a gran temperatura generan una corteza o parte exterior dura, que lo convierte en perfecto para generar aireación en nuestro sustrato. Retiene poca agua y por tanto poca humedad. Suelen tener un tamaño variado entre 2 y 10mm.
- Lana de roca. La lana de roca es muy fácil de utilizar, pese a que no es uno de los materiales más comunes. Proporciona un buen aireamiento y retención de agua en nuestro sustrato, y su vida útil es menor que la del resto de materiales, aproximadamente de unos dos a tres años. Se obtiene fundir diferentes tipos de rocas a altas temperaturas.
- Poliestireno expandido. Son esas bolitas de plástico pequeñas de color blanco, que conocemos todos por envolver paquetes para que estos no reciban golpes. En algunos casos se usa para generar mayor aireación a nuestro sustrato, y se usa sobre todo en sustratos que son muy compactos para mejorar ese aspecto. Personalmente nosotros no lo usamos por ser de origen plástico, y tampoco os lo vamos a recomendar en exceso. Aún así es importante que lo conozcáis.
Estos son los diferentes materiales que con más frecuencia usamos en la realización de nuestros sustratos.
Cabe recordar que la elección de un sustrato o de otro, o la mezcla de ellos, lleva consigo un análisis importante de las necesidades que va a tener nuestra planta y aquello que este sustrato nos va a aportar.
Tenemos que tener presente que una vez preparado nuestro sustrato y nos dispongamos a trasplantar, debemos tener cuidado con el trasplante y paciencia con el periodo de adaptación de nuestra planta a su nueva ubicación. De este tema se trata en los apartados de trasplantes, pero aun así durante unos 10-15 días debemos dejar reposar nuestra planta y no regarla, colocarla en un sitio con luz indirecta, y dejar que esta se habitúe a su nuevo sustrato y cuando este proceso se haya realizado, ya la devolveremos a su posición habitual.
Ante cualquier duda, no te preocupes. Ponte en contacto con nosotros e intentaremos ayudarte de la mejor forma posible.